LIBROS PARA LEER EN EL DÍA DEL PADRE (Y CUALQUIER OTRO DÍA, POR SUPUESTO)
Como
hoy se conmemora el día del Padre, he aprovechado para rebuscar entre los
rincones de mi memoria a ver si me venían a la cabeza títulos de libros en los
que la figura paterna (tanto ausente como presente) tuviera un peso específico
determinante. Y, de esta manera, he compuesto la siguiente lista de libros. En
absoluto me guía la idea de canon o siquiera de exactitud en la premisa (en
algunos no se trata “exactamente” sobre lo paterno, aunque sobrevuele la
historia de forma clara), sino solo de realizar un listado liviano y sin
pretensiones de ningún tipo, más allá de la mera diversión. Otros muchos
podrían incluirse en esta lista y seguramente haya alguien que descubra
flagrantes omisiones, pero, como digo, no es mi intención efectuar
clasificaciones meritorias, solo se trata de un ejercicio lúdico. En la mayoría
de los casos se trata de libros bien conocidos (que igual no leídos) por gran
parte de la sociedad; en otros casos, espero haber servido para mostrar autores
o libros que no se conocían con anterioridad.
Ni
que decir tiene que el orden es aleatorio y obedece a los que primero se me han
venido a las mientes. Y por motivos de economía de espacio, he debido cortar en
algún punto para no convertir este ejercicio en algo tedioso.
Atención
que voy:
1.LA BIBLIA (Varios autores)
Más
concretamente los evangelios o “Nuevo Testamento”. Qué mejor manera de comenzar
esta lista que con el epítome de las relaciones padre-hijo. Pese a que los
católicos consideren la Trinidad como dogma de fe, siempre he sentido que
“Aparta de mí este cáliz”, “¿Por qué me has abandonado?” o “Padre, en tus manos
encomiendo mi espíritu” nos habla de la relación entre un padre todopoderoso y
estricto y de un hijo que lucha por encontrar su lugar en el orden de las
cosas. Hay miles de maneras de abordar la Biblia, pero el binomio Padre-Hijo,
es, sin duda, una de las más interesantes. Por supuesto, en ambos libros (el
antiguo y el nuevo Testamento) encontramos múltiples ejemplos de esta relación:
Adán y el cabronazo de su hijo Caín, Abraham e Isaac, Noé descubriendo que sus
hijos lo han pillado borracho y en pelotas… hay para todos los gustos.
2.LA
SENDA DEL PERDEDOR (Charles Bukowski)
En
esta novela autobiográfica sobre los primeros años del autor, la presencia del
padre es más que evidente, aunque en este caso, como motivo de confrontación y
búsqueda de un villano en el entorno familiar. Bukowski menciona siempre a su
padre en los límites del desprecio y la conmiseración por un ser humano incapaz
de mostrar amor, empatía o interés siquiera por la vida de su hijo. No es esta
historia un elogio a la figura paterna, precisamente, más bien la confrontación
con el padre ofrece a Hank Chinaski, el alter ego de Bukowski, un estímulo y un
elemento de autoafirmación en el estilo de vida elegido: convertirse en
escritor a cualquier precio.
3.LA
CARRETERA (Cormac McCarthy)
Un
padre y un hijo (ambos sin nombre, reducidos al sintagma primario “el padre”,
“el niño”) deambulan por un escenario postapocalíptico, tratando de
encontrar comida, agua y refugio, evitando a los otros, seres
deshumanizados por el hambre, incapaces de mantener todo aquello que los
convertía en seres humanos. Con un estilo agónico, cortante y extrañamente
poético, McCarthy nos conduce a través de unos EE. UU. en ruinas, no solo desde
la perspectiva material, sino también (y más gravemente aún) desde la óptica de
la pérdida de los más elementales comportamientos humanos. La lucha por la
supervivencia marca la relación padre-hijo que se concreta en la dificultad
para asumir la pérdida de la inocencia de un niño obligado a crecer en un mundo
ajeno a la esperanza.
4.EL
RESPLANDOR (Stephen King)
El
rey del terror (y muchísimo mejor escritor de lo que quienes nunca lo han leído
aseguran) abordó en su tercera novela publicada la complicada relación entre un
padre que trata de combatir su alcoholismo y su fracaso como escritor y un niño
con poderes especiales (“el resplandor” al que alude el título). En el hotel
Overlook, aislados por la nieve, el frío y los fantasmas de un pasado turbulento,
la relación paternofilial llegará a unos niveles insoportables. Uno de los
libros que me servirá en próximas entradas, cuando reflexionemos sobre las
películas que están consideradas mejores que los libros en los cuales se
basaron.
5.EL
PALACIO DE LA LUNA (Paul Auster)
Paul
Auster ha explorado el territorio del azar y la coincidencia como motor
existencial en una gran parte de sus obras. En esta ocasión, aborda estos
conceptos desde la óptica de la búsqueda de las raíces familiares. El azar
conducirá a Marco Stanley Fogg hasta la figura de su padre ausente, un fantasma
irreconocible, casi un ser mitológico. En este canto a la literatura y los
libros como bálsamo vital, el joven protagonista deberá construir la relación
con el padre a través de la ausencia y las figuras masculinas sucedáneas. Un
libro al que vuelvo en muchas ocasiones para renovar mi amor por los libros.
6.COMO
DIOS MANDA (Niccoló Ammaniti)
Uno
de mis autores contemporáneos predilectos. En esta historia nos conduce con su
estilo fluido y su lenguaje cercano a la relación entre un padre delincuente,
chulesco, agresivo y desagradable y un adolescente que lo teme y lo idolatra a
partes iguales. Una novela agridulce, divertida a veces, triste otras tantas,
pero REAL y tangible, sin alaracas absurdas, que sobrevuela el intento de
asalto a un banco de una banda de perdedores. Las andanzas de Rinno y Cristiano
Zena rinden honor a esa frase que todos hemos dicho de niños: “mi padre será un
cabrón, pero es mi padre; es lo que hay”.
7.PEDRO
PÁRAMO (Juan Rulfo)
Y
hablando de padres cabrones y ausentes… Pedro Páramo se lleva la palma. En este
hipnótico, desasosegante y completamente genial libro, Rulfo nos permite pasear
por un mundo lleno de fantasmas, aplastado por el calor y la miseria, en el que
sobrevuela sobre las almas un nombre apenas susurrado: Pedro Páramo. Un libro
que debería ser obligatorio leerse al menos tres veces en la vida. Yo vendería
mi alma al diablo por escribir solo una página que se acercara a las peores
(por decir algo) de Rulfo.
8.LA
ODISEA (¿Homero?)
La
fundación de la literatura occidental, junto a La Ilíada. Homero (o
quien/quienes quiera que escribiera esta maravilla de la literatura universal) canta
las andanzas de Ulises, ejemplo de padre ausente por “motivos justificados”. La
guerra contra Ilión lo mantiene alejado del hogar diez años y a su vuelta, por
la mala cabeza de sus hombres, deberá aguardar diez más hasta poder ver a su
familia. Pero más allá del resumen somero, está la construcción de la relación
paternofilial entre Ulises y su hijo Telémaco, quien debe hacerse un hombre a
la sombra de su πατέρας, su papaíto Odiseo, venerado por todos. Cada vez que me
acerco a esta maravilla (y ya han sido cinco o seis veces) pienso en la pesada
carga que deben soportar los hijos de las glorias en vida, jóvenes como
Telémaco, forzados a tratar de superar las hazañas de un mimado de los dioses
(aunque pase lo suyo, el pobre hombre), obligados a pagar el peaje de la
emulación.
9.LOS
HERMANOS KARAMAZOV (Fedor Dostoyevski)
Otra
de padres cabrones, pero en esta ocasión, el parricidio es el aspecto que
configura la relación entre Fiódor Karamazov y sus hijos. Testamento literario
del gigante Dostoyevski. Una historia para reflexionar sobre los “padres solares”,
esa especie de divinidad que ejerce una influencia casi divina sobre su
descendencia, dominando cada aspecto de la convivencia, temidos y amados, pero,
sobre todo, odiados. Algunas partes funcionan de forma autónoma, no en vano, el
“Discurso del Gran Inquisidor”, uno de los capítulos del libro, se suele
publicar de forma independiente como tratado filosófico o compendio de las
ideas de Dostoyevski.
10.PADRES
E HIJOS (Iván Turguéniev)
Obra
redonda sobre el conflicto generacional. Dos chavales vuelven a casa después de
tres años estudiando y encuentran un mundo anclado en el pasado, ajeno a sus
ideas renovadoras que preludian la revolución posterior. La genialidad de la
obra estriba, a mi parecer, en mostrarnos cómo los jóvenes airados, pese a su
vehemencia, no dejan de pertenecer a las clases acomodadas, lo que influye en
su toma de decisiones. Turguéniev es el menos conocido de los grandes rusos del
siglo XIX (la sombra de Tolstoi y Dostoyevsky es demasiado alargada), pero su
estilo, elegante y elaborado, es quizás más reconocible y más “digestible” para
los lectores occidentales. Una joya por descubrir.
11.”
MATAR AL PADRE” (Amelie Nothomb)
Me
estaba quedando una entrada de blog bastante “masculina”, sin historias
escritas por mujeres. Pero este libro está en nuestra lista por méritos
propios, no por compensar ni nada de eso (va a seguir siendo una lista con
pocas mujeres; no encuentro en mi memoria libros escritos por ellas que aborden
el tema. Os agradecería que me comentarais algunos títulos escritos por mujeres
sobre la relación con el padre), sino por su magnífica historia sobre la
relación entre un joven embarcado en la búsqueda (enfermiza) de un padre
adoptivo en la figura del mentor profesional, con el habitual estilo original
de la autora.
12.EL
CUERPO EN QUE NACÍ (Guadalupe Nettel)
El
único libro de esta lista que no he leído (aún). El padre como figura divina;
la hija que debe lidiar con la “humanidad” de un hombre con imperfecciones y
debilidades. El encaje de todo ello es el tema central de esta novela que en
breve tendré en mis manos.
13.CARTA
AL PADRE (Franz Kafka)
Desgarrador
texto en el que uno de los reyes literarios del siglo XX se dirige a su padre,
a sabiendas de que este nunca la leerá, a través de una carta conmovedora,
llena de reproches velados y cercada por una belleza triste que impregna cada
párrafo. Otro padre divino, inalcanzable, solar, incapaz de acercarse al hijo
necesitado de amor y afirmación paterna.
BONUS
TRACK
EL
HIJO DEL PADRE (Víctor del Árbol)
Último
libro del interesante Víctor del árbol. El padre como misterio, como figura
desconocida e inquietante. Lo tengo pendiente en el e-book.
EL REY LEAR (William Shakespeare)
El
dilema de un padre en su relación con sus tres hijas. Una de las cimas del
teatro y de la literatura de todos los tiempos.
TEMOR Y TEMBLOR (Soren Kierkegaard)
El dilema de Abraham e Isaac como
excusa para inventar el existencialismo. La resignación y el absurdo como
aspiración humana.
LLÉVAME A CASA (Jesús Carrasco)
Ya hablaré de este estupendo autor
español dentro de poco. Uno de mis descubrimientos más placenteros. La muerte
del padre como desencadenante de profundos cambios familiares.
Hasta aquí mi listado del día del Padre. Y recordad las palabras del Humanista Juan Luis Vives: “¡Cuán grande riqueza es, aun entre los pobres, el ser hijo de buen padre!” Pues eso…
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